La menor de los cinco. La regalona de mi padre, probablemente. Fue mi inspiración de pequeña. Yo me daba importancia diciendo que tenía una “hermana monja en Europa”; luego, de adolescente, tuve el orgullo de contar que mi hermana monja había abandonado los hábitos y se había casado. Luego tuvo dos hermosas niñitas y yo me sentí “tía”. MRG
Advertisements